Han pasado ya casi dos semanas desde que José Antonio Benavente corriera la trigésimo séptima edición del Maratón de Valencia y aún estamos asimilando la magnitud del resultado obtenido. Todos los que han corrido en alguna ocasión un maratón saben perfectamente de qué hablamos cuando nos referimos a registros inferiores a 4 minutos/km. Es cierto que si existe una ciudad que pueda asegurar buenos registros, cuando la preparación es la adecuada, es, sin duda alguna, Valencia. El clima, el trazado, el ambiente, etc. son condimentos esenciales a una buena planificación y periodización del entrenamiento.
No obstante, para los que no conozcan qué hay detrás de una prueba de maratón, les podemos asegurar que esconde (o debería hacerlo) años y años de preparación previa con el objetivo de establecer una base atlética sólida, que permita afrontar una prueba de estas características con las máximas garantías. En esta fase de preparación debería ser condición sine qua non para todo corredor, llevar un exhaustivo control médico integral. A mi entender, dicho control debería estar organizado, como mínimo, alrededor de los siguientes ejes.
Una vez se tienen afianzadas las premisas anteriores, las garantías de finalizar con éxito una prueba como el maratón aumentan de forma exponencial, con independencia del tiempo con que se pretenda abordar. El éxito, a mi juicio, no deber ser medido únicamente en términos de resultados cuantitativos en cuanto a registro, sino que contemplaría la capacidad de recuperación del esfuerzo y de la longevidad de la vida deportiva del atleta, preservando su salud por encima de cualquier registro.
Con esta filsofoía empezamos la preparación atlética de José Antonio Benavente en 2004. Muchos kilómetros después, con periodos de entrenamiento buenos, junto a otros que no lo fueron tanto, hemos ido modelando su organismo, esquivando las lesiones y logrando marcas impensables una década atrás. Dichos registros se han materializado en todas las distancias en las que José participaba: 10k, media y ahora en maratón, demostrando con evidencias que es un corredor camaleónico y excepcional, que se adapta a cualquier distancia.
Sus 2h 44 minutos en maratón, suponen dar un salto cualitativo enorme. Sin duda alguna esta marca tendrá su equivalencia y se verá reflejada en las distancias inferiores a lo largo de la temporada. Además, ha llegado en un momento y tras una periodización, donde no sé ha forzado en exceso. Por tanto, estoy totalmente convencido que José tiene aún margen para la mejora en esta distancia, así como en las del 10k y la media. No va a ser tarea fácil, pero son estos desafíos los que hacen que José se supere a sí mismo y vuelva a dejar constancia de la calidad que atesora.
Estoy muy orgulloso de haber dirigido su preparación durante todos estos años, hemos aprendido mucho entrenando juntos y hemos establecido una amistad que perdurará toda la vida.
Esta alegría sé que es compartida por todos los que te rodean, desde tu familia, y los compañeros de entrenamientos, hasta tus amigos y compañeros de trabajo.
Amigo de sus amigos, siempre ayudando a todo el mundo e involucrado en mil quehaceres, ahora es el momento de que recibas nuestro reconocimiento.
Desde aquí, quiero desearte muchos éxitos y felicitarte por tus resultados, para mi es muy emotivo ser testigo de tus progresos, ya sabes que te quiero un montón. Como sigas así, en breve vas a igualar tu calidad atlética a la humana.
No obstante, para los que no conozcan qué hay detrás de una prueba de maratón, les podemos asegurar que esconde (o debería hacerlo) años y años de preparación previa con el objetivo de establecer una base atlética sólida, que permita afrontar una prueba de estas características con las máximas garantías. En esta fase de preparación debería ser condición sine qua non para todo corredor, llevar un exhaustivo control médico integral. A mi entender, dicho control debería estar organizado, como mínimo, alrededor de los siguientes ejes.
- Realizar una vez al año una prueba de esfuerzo que contemplara una ecografía de corazón, junto a los preceptivos electrocardiogramas y ergormetrías, con análisis de gases a ser posible (erogespirometría).
- Hacerse dos analíticas anuales para modular las cargas de entrenamiento y analizar la fatiga que provoca en el atleta durante la temporada.
- Seguir un control permanente de la alimentación para mejorar la nutrición y poder establecer una dieta ajustada a las necesidades del corredor. Para ello, ponerse en manos de un endocrino en primera instancia y de un especialista en dietética y nutrición es una opción a considerar. Este aspecto de la preparación ayuda a romper falsas creencias sobre la alimentación del corredor y lo educa en hábitos alimenticios saludables.
- Llevar a cabo un análisis biomecánico de la pisada para valorar la posibilidad de incorporar plantillas que prevengan de lesiones por sobrecarga y mejoren la eficiencia de carrera.
- Finalmente, aunque igual que importante que las anteriores, incorporar las visitas periódicas al fisioterapeuta a las rutinas del entrenamiento y contemplarlas como una ayuda ergogénica más. Como recomendación básica, todo atleta que prepara un maratón, debería acudir una vez cada tres semanas.
Una vez se tienen afianzadas las premisas anteriores, las garantías de finalizar con éxito una prueba como el maratón aumentan de forma exponencial, con independencia del tiempo con que se pretenda abordar. El éxito, a mi juicio, no deber ser medido únicamente en términos de resultados cuantitativos en cuanto a registro, sino que contemplaría la capacidad de recuperación del esfuerzo y de la longevidad de la vida deportiva del atleta, preservando su salud por encima de cualquier registro.
Con esta filsofoía empezamos la preparación atlética de José Antonio Benavente en 2004. Muchos kilómetros después, con periodos de entrenamiento buenos, junto a otros que no lo fueron tanto, hemos ido modelando su organismo, esquivando las lesiones y logrando marcas impensables una década atrás. Dichos registros se han materializado en todas las distancias en las que José participaba: 10k, media y ahora en maratón, demostrando con evidencias que es un corredor camaleónico y excepcional, que se adapta a cualquier distancia.
Sus 2h 44 minutos en maratón, suponen dar un salto cualitativo enorme. Sin duda alguna esta marca tendrá su equivalencia y se verá reflejada en las distancias inferiores a lo largo de la temporada. Además, ha llegado en un momento y tras una periodización, donde no sé ha forzado en exceso. Por tanto, estoy totalmente convencido que José tiene aún margen para la mejora en esta distancia, así como en las del 10k y la media. No va a ser tarea fácil, pero son estos desafíos los que hacen que José se supere a sí mismo y vuelva a dejar constancia de la calidad que atesora.
Estoy muy orgulloso de haber dirigido su preparación durante todos estos años, hemos aprendido mucho entrenando juntos y hemos establecido una amistad que perdurará toda la vida.
Esta alegría sé que es compartida por todos los que te rodean, desde tu familia, y los compañeros de entrenamientos, hasta tus amigos y compañeros de trabajo.
Amigo de sus amigos, siempre ayudando a todo el mundo e involucrado en mil quehaceres, ahora es el momento de que recibas nuestro reconocimiento.
Desde aquí, quiero desearte muchos éxitos y felicitarte por tus resultados, para mi es muy emotivo ser testigo de tus progresos, ya sabes que te quiero un montón. Como sigas así, en breve vas a igualar tu calidad atlética a la humana.
Nara, Raúl y José Benavente.
Por último, me gustaría agradecer a todos la gente de Benidorm y La Nucía que estuvieron el día del martaron junto a José, animándole y dándole los geles: Juanan, Toni, Michael, Andrés y a los que me olvido...
Felicitar también a Rubén por su "carrerón": enhorabuena!
Juanan y José durante la carrera.
Michael, Toni, José, Rubén, Juanan y Andrés, menudo equipazo!
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