Hola:
Tras unas semanas sin publicar en el blog por acumulación de trabajo, finalmente he encontrado el momento para dedicarle la atención que se merece la excelente actuación de Iván Martí en la última edición del Maratón de Boston.
Han pasado meses desde que Iván compitiera, pero esto no significa que no haya estado trabajando en la sombra y siempre con la mirada puesta en el objetivo central de toda la temporada: Boston Maraton 2018.
La preparación de un maratón siempre exige que el corredor extraiga el máximo partido de sus capacidades, con el objetivo de lograr el mejor rendimiento en carrera. A la vez, pone en jaque la competencia del entrenador para que el runner obtenga el resultado deseado. Por tanto, se mire por donde se mire, afrontar una maratón acaba siendo un estímulo para ambas partes.
En nuestro caso, el trabajo en equipo ha sido siempre una seña de identidad y como no podía ser de otra forma, afrontar la preparación de Boston desde una perspectiva colaborativa ha sido fundamental para orientar el proceso de preparación, y hacerlo con éxito.
Planificar una competición a 9 meses vista, que requiera desplazarse al otro lado del mundo para competir, puede generar un exceso de presión que merme el rendimiento, tal y como se va aproximando el evento. Tengo la certeza en afirmar que en nuestro caso, no hay duda que ésta se empleó como un estímulo y que sacó lo mejor de ambas partes para llegar al 110%.
Lanzado el reto a principio de temporada, con el paso de las semanas hemos sabido manejar bien los tiempos y explotar el lado positivo de trabajar a contrarreloj. Es más, todo el ritual de la periodización, la preparación del viaje, los cambios de rutinas, etc. sacaron a relucir todas las virtudes que Iván siempre atesoró cuando se trata de entrenar y rendir al máximo.
Es decir, cero concesiones, preparación "made in Germany".
Así las cosas, iniciábamos la preparación específica tras unos meses donde no acabábamos de dar con la tecla que devolviera a Iván a los niveles de desempeño de anteriores temporadas. A esta contingencia, había que sumar la necesidad de entrenar muy duro en pleno periodo estival. Preparar Boston tiene el "handicap" de hacer coincidir el verano con la fase clave de la preparación, siendo éste uno de los momentos de mayor estrés laboral para Iván. Además, otro factor que podía influenciar el rendimiento era el efecto que podía ejercer el jet lag del día de la prueba.
Con todas estas variables, no era sencillo garantizar una marca que estuviera cercana o inferior a su mejor registro en la prueba, teniendo en cuenta que su actual marca suponía correr a algo menos de 4' por km...lo cual, todos los que corremos habitualmente, sabemos lo que significa.
Concienciados por completo de las exigencias y compromisos que nos iba a suponer este nuevo reto, nos volcamos con toda la pasión e ilusión con que afrontamos cada uno de los logros alcanzados hasta la fecha.
A pesar de todo, nunca, en ningún momento, bajo ninguna circunstancia, Iván tuvo duda alguna de que podía ser la carrera del año. Su empeño, ilusión, fuerza, pasión y tantas y tantas cualidades que atesoró durante estos meses, no tardaron mucho en contagiar a todo su entorno y sumar para que así fuera.
Como pudimos ver, el tiempo le ha dado la razón y por eso quiero poner en valor la mentalidad con que Iván afrontó su preparación. Me gustaría que sirviera de ejemplo a todos aquellos que apuestan a todo o nada cuando preparan una tarea, bien sea atlética, personal o laboral. La mentalidad, la fuerza y la motivación intrínseca será lo que os haga más fuertes y perseverantes. Con estos ingredientes, tenéis mucho terreno ganado.
Como veis, poco tengo que agregar sobre su sensacional carrera. Viendo su extraordinario registro final: 2h 46' 09'' Iván nos ha vuelto a demostrar la calidad que tiene y, lo mejor de todo, que aún tiene margen de mejora.
Desde aquí te transmito mi más sincera enhorabuena y te emplazo a que sigas luchando por tus sueños, los tienes a unos pocos pasos.
Espero poder contarlo aquí una vez más.
Hasta entonces, seguiremos trabajando.
Salud para todos!.
Han pasado meses desde que Iván compitiera, pero esto no significa que no haya estado trabajando en la sombra y siempre con la mirada puesta en el objetivo central de toda la temporada: Boston Maraton 2018.
La preparación de un maratón siempre exige que el corredor extraiga el máximo partido de sus capacidades, con el objetivo de lograr el mejor rendimiento en carrera. A la vez, pone en jaque la competencia del entrenador para que el runner obtenga el resultado deseado. Por tanto, se mire por donde se mire, afrontar una maratón acaba siendo un estímulo para ambas partes.
En nuestro caso, el trabajo en equipo ha sido siempre una seña de identidad y como no podía ser de otra forma, afrontar la preparación de Boston desde una perspectiva colaborativa ha sido fundamental para orientar el proceso de preparación, y hacerlo con éxito.
Planificar una competición a 9 meses vista, que requiera desplazarse al otro lado del mundo para competir, puede generar un exceso de presión que merme el rendimiento, tal y como se va aproximando el evento. Tengo la certeza en afirmar que en nuestro caso, no hay duda que ésta se empleó como un estímulo y que sacó lo mejor de ambas partes para llegar al 110%.
Lanzado el reto a principio de temporada, con el paso de las semanas hemos sabido manejar bien los tiempos y explotar el lado positivo de trabajar a contrarreloj. Es más, todo el ritual de la periodización, la preparación del viaje, los cambios de rutinas, etc. sacaron a relucir todas las virtudes que Iván siempre atesoró cuando se trata de entrenar y rendir al máximo.
Es decir, cero concesiones, preparación "made in Germany".
Así las cosas, iniciábamos la preparación específica tras unos meses donde no acabábamos de dar con la tecla que devolviera a Iván a los niveles de desempeño de anteriores temporadas. A esta contingencia, había que sumar la necesidad de entrenar muy duro en pleno periodo estival. Preparar Boston tiene el "handicap" de hacer coincidir el verano con la fase clave de la preparación, siendo éste uno de los momentos de mayor estrés laboral para Iván. Además, otro factor que podía influenciar el rendimiento era el efecto que podía ejercer el jet lag del día de la prueba. Con todas estas variables, no era sencillo garantizar una marca que estuviera cercana o inferior a su mejor registro en la prueba, teniendo en cuenta que su actual marca suponía correr a algo menos de 4' por km...lo cual, todos los que corremos habitualmente, sabemos lo que significa.
Concienciados por completo de las exigencias y compromisos que nos iba a suponer este nuevo reto, nos volcamos con toda la pasión e ilusión con que afrontamos cada uno de los logros alcanzados hasta la fecha.
A pesar de todo, nunca, en ningún momento, bajo ninguna circunstancia, Iván tuvo duda alguna de que podía ser la carrera del año. Su empeño, ilusión, fuerza, pasión y tantas y tantas cualidades que atesoró durante estos meses, no tardaron mucho en contagiar a todo su entorno y sumar para que así fuera.
Como pudimos ver, el tiempo le ha dado la razón y por eso quiero poner en valor la mentalidad con que Iván afrontó su preparación. Me gustaría que sirviera de ejemplo a todos aquellos que apuestan a todo o nada cuando preparan una tarea, bien sea atlética, personal o laboral. La mentalidad, la fuerza y la motivación intrínseca será lo que os haga más fuertes y perseverantes. Con estos ingredientes, tenéis mucho terreno ganado.
Como veis, poco tengo que agregar sobre su sensacional carrera. Viendo su extraordinario registro final: 2h 46' 09'' Iván nos ha vuelto a demostrar la calidad que tiene y, lo mejor de todo, que aún tiene margen de mejora.
Desde aquí te transmito mi más sincera enhorabuena y te emplazo a que sigas luchando por tus sueños, los tienes a unos pocos pasos.
Espero poder contarlo aquí una vez más.
Hasta entonces, seguiremos trabajando.
Salud para todos!.
Ana, Daniela e Iván, la familia al completo. Preciosa imagen para despedirnos
El próximo que sea en Barcelona, en la media maratón.
Hasta entonces, disfruta corriendo.
Un abrazo.
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